Miguelina describió la relación entre su hermana y Contreras como “tóxica”, señalando que los únicos “regalos” que él solía hacer eran g0lpes. Describió a Luz Esther como una mujer trabajadora y tranquila, que prefería mantenerse sola. A pesar de su separación, Luz y Contreras a menudo tenían reconciliaciones temporales.
Los hechos se registraron de manera secuencial, primero asesinato del agente policial en La Ciénaga y luego la acción legal en Los Pinos de Guachupita, Distrito Nacional.
El caso ha sido reportado a las autoridades pertinentes, y los familiares han manifestado su intención de continuar luchando para esclarecer las circunstancias que llevaron a la muerte de Yamilet Caro y asegurar que los responsables rindan cuentas.
Según nota policial, tras cometer el hecho el oficial emprendió la huida en una motocicleta de generales desconocidas hacia la Base Aérea de San Isidro. Según informaciones el presunto victimario se entregó para responder por las acusaciones en su contra.
Vecinos y conocidos del homicida suicida lo describen como un hombre anti-social que era muy apático con todo el mundo y no saludaba a nadie en el edificio ni a las reuniones sociales a las que asistía. Espinal, quien era madre de tres hijos tenía un nieto al que le celebraría el primer cumpleaños el sábado en la noche.