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No solo la oportuna respuesta del Gobierno durante la pandemia permitió una rápida recuperación, sino también las políticas fiscales y monetarias, que han sido el sustento de la economía dominicana, sin dejar de lado la efectiva campaña de vacunación
Santo Domingo .- República Dominicana goza con unas de las mejores economías de toda la región gracias al trabajo realizado por las autoridades correspondientes, pese a la crisis sanitaria dejada por la pandemia de coronavirus y los conflictos internacionales, como la guerra de Ucrania y Rusia.
En este aspecto, el segundo año de gestión de Luis Abinader quedó marcado por un sólido crecimiento, el cual durante los últimos 25 años el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) ha logrado mantener con las estrategias dispuestas.
No solo la oportuna respuesta del Gobierno durante la pandemia permitió una rápida recuperación, sino también las políticas fiscales y monetarias, que han sido el sustento de la economía dominicana, sin dejar de lado la efectiva campaña de vacunación.
Asimismo, la consolidación del turismo, el aumento de las remesas, el importante rol de la inversión extranjera directa, así como el fomento de las exportaciones, han sido una parte fundamental del aparato productivo nacional, como ha destacado el gobernador del BCRD, Héctor Valdez Albizu.
Uno de los sectores que más impacto recibió durante la pandemia fue el económico, debido a que restaurantes, bares, discotecas, entre otro tipo de negocios se vieron obligados a cerrar o a trabajar en horarios específicos para evitar la aglomeración de la población.
La implementación de aplicaciones de entrega tuvo gran auge para estas fechas, en las que los empleados también tuvieron que empezar a trabajar de forma virtual y la generación de capital debía continuar para mantener los distintos negocios, cuyos dueños pedían a gritos que se les permitiera trabajar.
Sin embargo, tras una ardua labor en el combate contra el virus y el Plan Nacional de Vacunación, el país salió a flote de la situación y la actividad económica alcanzó un incremento del 5.6% entre enero y mayo del 2022, tal y como destacó la entidad bancaria.
Desde mediados del mes de marzo, el Banco Central adoptó un programa de flexibilización monetaria a través de la reducción de su tasa de política en 100 puntos básicos, situándola en 3.5 %”, a la vez que tomó medidas de provisión de liquidez por unos RD$120,000 millones, incluyendo RD$20,000 millones para el financiamiento de los sectores construcción, turismo, exportación y manufactura.
Reactivación económica
Tan pronto inició su gestión de Gobierno, el jefe de Estado el inició las acciones para garantizar la recuperación económica pospandemia ante los efectos que la situación de salud que arropó el mundo.
El pasado 20 de mayo se inició la primera de cuatro fases correspondientes al plan de reactivación económica diseñado por el gobierno, reintegrando a sus labores el 50 % del personal de las empresas de hasta 50 empleados y en un 25 % para las empresas que emplean más de 50 trabajadores.
Transcurridas las primeras dos semanas, el gobierno anunció el comienzo de la segunda fase, donde se permitiría a las empresas con 10 empleados o menos operar con el total de su personal, mientras que a las empresas con nóminas que oscilan entre 10 y 50 empleados se les consentiría trabajar con el 75 % de su empleomanía, y a aquellas con más de 50 empleados, se les aprobaría hasta el 50 % de sus trabajadores.
En esta segunda fase, iniciada el 3 de junio, se dio apertura además a los centros comerciales y se permitió la entrada en operaciones del transporte colectivo privado. Aún con la permanencia del toque de queda y del estado de emergencia nacional, se observó un aumento sostenido de los casos de contagio, lo que provocó que se pospusiera el comienzo de la tercera fase del plan.
Esta decisión mostró que la reactivación económica en el marco de la reapertura no estaba exenta de riesgos, y que, para completarla con efectividad, era necesario, además de la implementación de políticas públicas, el cumplimiento por parte de la población y las empresas dominicanas de los protocolos correspondientes. De cumplir con las previsiones de lugar y lograr evitar una segunda ola de contagios, el crecimiento se iría recuperando gradualmente en la segunda mitad del año.
Por otro lado, la política fiscal ha jugado un rol importante en moderar la caída del consumo y preservar el empleo y los salarios de los trabajadores formales mediante la implementación de los programas FASE I y II, y de los trabajadores independientes a través del programa Pa’ Ti, así como el programa Quédate en Casa.
A su vez, recientemente el gobierno decidió extender dichos programas hasta mediados del mes de agosto para no desamparar a la población más necesitada y profundamente lacerada por los efectos de la pandemia de coronavirus.
A estas decisiones de política se suma el hecho de que el pasado 1ro. de julio se inició la cuarta y última fase del plan de reactivación, dando apertura a las fronteras del país y permitiendo el ingreso de vuelos procedentes del extranjero.
Finalmente, lo peor del impacto de la pandemia del Covid-19 empieza a disiparse, el éxito futuro de la reactivación económica dependerá principalmente del cumplimiento de las medidas sanitarias y de los protocolos de salud, ya que algunos países internacionales aún viven situaciones delicadas por el virus y han tenido incluso que volver al confinamiento.
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