El operativo, aunque necesario por las circunstancias, generó una gran conmoción entre los familiares de la víctima, quienes cuestionaron la separación de los menores de su entorno cercano. No obstante, las autoridades defendieron la medida como esencial para garantizar la seguridad de los niños, dados los riesgos asociados a la situación.
Vecinos y conocidos del homicida suicida lo describen como un hombre anti-social que era muy apático con todo el mundo y no saludaba a nadie en el edificio ni a las reuniones sociales a las que asistía. Espinal, quien era madre de tres hijos tenía un nieto al que le celebraría el primer cumpleaños el sábado en la noche.
El feminicida-suicida respondía al nombre de Eddy Méndez Rojas, quien era nativo de la comunidad Canca la Reina, del municipio de Moca, en la provincia Espaillat.