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La última vez que Robinson Canó cubrió la primera base en un juego como profesional, el dominicano le llamó a su compatriota Albert Pujols y le pidió un guante de inicialista. Pujols decidió ayudarlo y le envío uno por correo. Aunque Canó todavía tiene dicho guante, lo dejó en la República Dominicana, porque no pensó que lo necesitaría.
Entonces, cuando juegue la inicial el jueves por primera vez desde el 2018, Canó no está seguro de qué hará. Podría pedirle prestado un guante al inicialista Pete Alonso, o quizás encuentre uno en otro lugar del clubhouse de los Mets. Cabe recordar que la única vez que el quisqueyano defendió la inicial fue hace cuatro años cuando era pelotero de los Marineros de Seattle. Como primera base cometió un solo error en 91 jugadas defensivas (.989%); nada mal para el veterano.
La realidad es que un cambio de la segunda a la primera base nunca es fácil, razón por la cual los Mets están probando a Canó ahí esta primavera. Aunque es poco probable que Canó vea tiempo de juego significativo en la inicial durante la temporada regular – el dominicano es tercero por lo menos en la gráfica de profundidad detrás de Alonso y Dominic Smith – el equipo desea encontrar maneras de mantener el bate de Canó en el lineup. Si eso significa colocarlo en la primera base una que otra vez, los Mets desean por lo menos tener esa opción disponible para ellos.
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