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Precios de “commodities” con alza histórica otra vez

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Santo Domingo. Nueva vez el mercado in­ternacional se muestra convulso en esta época de pandemia, ya que los pre­cios de los “commodities” o materias primas regis­tran alzas históricas en el comercio de granos, como el maíz, soya y el trigo.

Aunque se estima que es­tos aumentos tienen funda­mentos en una compra fue­ra de lo común del mercado de China, también se infie­re que la pérdida de valor del dólar, la sequía en Brasil, uno de los grandes produc­tores de maíz amarillo, que es el usado en la producción y consumo de animales, co­mo el propio mercado muy presto a la manipulación de precios, la calidad del insu­mo y otros componentes co­mo el flete, son un caldo de cultivo para nuevos incre­mentos en los costos de paí­ses no productores, entre lo que se incluye República Do­minicana.

El mercado de los gra­nos refleja nuevos incre­mentos históricos desde el 2013, como es el caso de la tonelada de maíz y del tri­go y la soya. En el caso de a soya, el fuerte incremen­to de su precio se atribu­ye a que China ha acele­rado su compra y se vende a US$600 la tonelada, se­gún Agrofy News. El maíz supera los US$288.3 por tonelada, valores conside­rados históricos. El mer­cado de commodities de granos está fijado en ope­raciones bursátiles, del cual se tiene como referencia el mercado de Chicago, el cual responde a una oferta y demanda que involucra cotizaciones de precios de contado y de precios a fu­turo, tomando como base un precio estimado de gran orientación y que siguen como brújula los compra­dores y vendedores.

Sin embargo, dadas las condiciones actuales las expectativas no son “nada halagüeñas” y su impacto se sentirá en países no pro­ductores si no se habilita con tiempo un proyecto de planificación de siembra de estos insumos al menos pa­ra el mercado local de ga­nado vacuno y porcino y para la avicultura.

El maíz amarillo es usado como alimento animal y co­mo insumo de produccio­nes agroindustriales para consumo humano.

Mercado impactado
Durante el primer trimestre de este año, el sector indus­trial reveló que el alza de los precios de las materias pri­mas agrícolas habían impac­tado los costos de produc­ción agroindustrial en un 33% promedio en dólares en el mercado dominicano, a lo que sumaron el incremento de precios en la logística del comercio internacional con el retraso en el flujo de los fle­tes marítimos, aumento que en ese momento situaron en más de un 200%.

Esos incrementos impactan el aceite vegetal, las hari­nas, la avicultura, la gana­dería y la porcicultura.

Esa explicación del sec­tor industrial, también ata­cado por el comercio y los consumidores encontró como respuesta el lanza­miento de un programa de financiamiento del Go­bierno a tasa cero a más de 12,500 productores agro­pecuarios, por un monto de RD$4,400 millones, como parte de los RD$5,000 MM dispuestos por el presiden­te Luis Abinader para reac­tivar ese sector y fortalecer la producción. El sector co­mercial, agrupado en al Fe­deración Dominicana de Comerciantes (FDC), advir­tió de alzas en una gran ga­ma de rubros del agro por los insumos, un afán de lu­cro y fuerte especulación.

Apoyo al agro

Según un reporte de Agri­cultura, entre enero- octu­bre de 2020, pequeños y medianos productores de maíz recibieron 9,925 quin­tales de semillas, 4,475 quintales de semillas de le­guminosas, y una cantidad importante de esquejes de yuca y abanas de batata, se­millas de hortalizas y cepas de plantas de plátano y de guineos. El Presidente Abi­nader anunció que se tiene contemplada la siembra de 320, 000 tareas de maíz y sorgo en la región Sur, con apoyo del sector guberna­mental, en lo que tiene que ver con la preparación de la tierra, las semillas, los crédi­tos y la garantía de compra por parte del sector priva­do, de acuerdo con un re­porte de la Presidencia, del 27 de febrero de 2021.

CONSUMIDORES
Onpeco propone apli­car precios sugeridos

El Observatorio Nacio­nal para la Protección del Consumidor (ONPE­CO) exhortó al Gobier­no a establecer precios sugeridos en los alimen­tos y productos básicos que consume la pobla­ción, y así evitar especu­lación y alzas despropor­cionadas.

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