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NWC París. – Francia ha marcado un hito en la lucha por los derechos de las mujeres al convertirse en el primer país del mundo en incluir el derecho al aborto en su Constitución, después de que el Senado aprobara sin modificaciones el texto votado previamente por la Asamblea Nacional el mes pasado.
Con una votación de 267 votos a favor y 50 en contra, el Senado respaldó unánimemente el histórico texto que ahora será sometido a una modificación de la Carta Magna en un Congreso conjunto entre diputados y senadores que se llevará a cabo el próximo lunes en el Palacio de Versalles. Para que la reforma constitucional sea oficial, se requiere el apoyo de tres quintos de los parlamentarios.
«Este es un voto histórico que escribirá una nueva página en la historia de los derechos de las mujeres. Seremos el primer país del mundo en inscribir en la Constitución esta libertad para las mujeres de disponer de su cuerpo», declaró con entusiasmo el ministro de Justicia, Éric Dupont-Moretti, encargado de liderar la defensa de la reforma por parte del Gobierno.
Este paso adelante en la legislación francesa llega medio siglo después de la legalización del aborto en el país, y es una respuesta directa a la reciente decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de revertir la jurisprudencia que protegía el derecho al aborto en ese país.
El presidente Emmanuel Macron, comprometido con esta causa, expresó su satisfacción a través de la red social X, donde anunció la convocatoria del Congreso para el lunes con el objetivo de oficializar la modificación de la Carta Magna. Macron destacó que este movimiento es crucial para hacer irreversible la libertad de las mujeres de acceder a la interrupción voluntaria del embarazo.
A pesar de no contar con una mayoría parlamentaria clara, Macron ha logrado consolidar el respaldo popular a esta medida, encontrando apoyo tanto en la oposición de izquierdas como en sectores más moderados de la derecha, que han evitado oponerse ante el temor de proyectar una imagen reaccionaria en la sociedad, especialmente en vísperas de las elecciones europeas.
El ministro de Justicia, al destacar la importancia de esta reforma constitucional, señaló que aunque actualmente el derecho al aborto no está amenazado en Francia, es necesario inscribirlo en la Constitución para evitar que pueda ser cuestionado en el futuro por alguna mayoría política. Recalcó casos recientes en otros países europeos donde partidos conservadores han intentado restringir este derecho, subrayando la importancia de fortalecer la protección legal.
Mientras los senadores debatían la histórica reforma, un pequeño grupo de manifestantes antiaborto se congregaba a las puertas del Senado, reflejando las divisiones que persisten en la sociedad francesa respecto a este tema, aunque la decisión del Senado marca un paso significativo hacia la consolidación de los derechos reproductivos en el país.
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