De InterésEconomíaInternacionales

Elevada inflación en EUA también golpea a quienes ayudan a los pobres

301views

La organización DC Food Project, que ayuda a niños en edad escolar en Washington, aún no ha tenido que recortar sus donaciones, pero sí se ha topado con dificultades para encontrar alimentos ricos en proteína

Washington, EEUU (EFE).- La elevada inflación en Estados Unidos, en máximos no vistos desde hace 30 años, no sólo golpea a las familias y niños más pobres del país, también a los bancos de alimentos que les ayudan y que ahora temen no tener suficiente para seguir haciéndolo.

La subida de los precios pone en peligro a aquellos que ya tienen dificultades para acceder a comida, una población de 45 millones de personas, de los que 15 millones son niños. Es decir, uno de cada cinco niños pasa hambre en EE.UU., según la organización Feeding America, que gestiona 200 bancos de alimentos.

Feeding America y otras ONG llevan semanas avisando del desafío que la inflación supone para los bancos de alimentos, que han tenido que dar porciones más pequeñas o sustituir clásicos como el pavo y la mantequilla de cacahuete por opciones más baratas en las entregas que han hecho para Acción de Gracias, que se celebra este jueves

La organización DC Food Project, que ayuda a niños en edad escolar en Washington, aún no ha tenido que recortar sus donaciones, pero sí se ha topado con dificultades para encontrar alimentos ricos en proteínas que se ajusten a su presupuesto, explicó a Efe Lucie Leblois, una de las fundadoras.

“Desde luego que el precio de las proteínas ha subido. Así que estamos tratando de ser creativos”, manifestó Leblois mientras prepara en el aparcamiento de una escuela las cajas con comida que llevarán a diferentes centros educativos.

El pollo en lata y los sobres de atún se han convertido en las mejores opciones para esas cajas que cada dos semanas reciben 750 niños en las escuelas de Washington. Cada caja tiene un valor de 15 dólares y el objetivo es que sirva para alimentar a una familia de cuatro durante diez días.

DE LA PANDEMIA A LA INFLACIÓN

Pese al aumento de los precios, lo que más le preocupa a Leblois es el hambre que pasan muchos niños afroamericanos e hispanos en Washington, una de las ciudades más ricas del país, pero donde hay enormes desigualdades económicas dependiendo del color de piel.

El principal banco de alimentos de la capital estadounidense, el Capital Area Food Bank, pasó de distribuir 30 millones de comidas antes de la pandemia a 75 millones.

En el caso de los niños de Washington, antes de la pandemia, uno de cada cinco tenía dificultades para acceder a alimentos, igual que la media nacional; pero ahora, son uno de cada tres.

Debido a ese gran nivel de necesidad, la mayoría de las escuelas públicas ofrecen desayunos y comidas gratis a los niños, además de cenas en algunos casos. Sin embargo, existe el peligro de que los pequeños no puedan acceder a alimentos cuando están en casa por el fin de semana o durante festivos como el de esta semana de Acción de Gracias.

Para llenar ese hueco, DC Food Project ha asumido la misión de cada dos semanas preparar unas cajas con provisiones en el aparcamiento de una escuela y luego hacérselas llegar a niños de toda la ciudad.

La preparación lleva un par de horas. Primero, llegan al aparcamiento camiones con comida donada por DC Central Kitchen del chef español José Andrés y, después, las fundadoras de DC Food Project y un grupo de voluntarios descarga los camiones para repartir los alimentos en cajas y bolsas.

Leave a Response